Diagnóstico Diferencial en los trastornos

En TDAH Vallès hemos trabajado durante casi 20 años con todo tipo de afectados en diferentes matologías. Fruto de la experiencia de acompañar a estas familias y afectados, hemos consolidado un equipo de profesionales especializados en Trastornos del Neurodesarrollo.
 
Nuestro equipo, además de cuidar a las familias y ofrecerles una visión más amplia del trastorno que padecen sus hijos, trabaja el sistema de reeducación y de terapia basándose en el diagnóstico diferencial.
 
Para entender el diagnóstico diferencial es importante dos constantes: el conocimiento de los trastornos del neurodesarrollo y el conocimiento de cómo evaluar a un posible afectado de trastorno del neurodesarrollo. Si queréis más información de qué son los trastornos del desarrollo podéis clicar aquí.
 
El diagnóstico diferencial tiene por objetivo conocer qué características son definitorias de un trastorno, y qué características lo diferencian de otros que puedan también explicarse por los síntomas. A continuación os indicaremos cuáles son los criterios que nos permite diferenciar el Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) de los siguientes trastornos:
Trastorno Negativista Desafiante (TND): el TND comparte con el TDAH la resistencia a realizar un trabajo o tareas escolares, pero el TND presenta negatividad, hostilidad y desafío.
Trastorno Explosivo Intermitente (TEI): comparten una elevada impulsividad, pero en el TEI hay una mayor hostilidad hacia los otros, además de presentar menor inatención.
Trastorno Específico del Aprendizaje: la inateción de estos no está presente en el día a día, sólo en tareas que requieran procesos de aprendizaje.
Trastorno del Espectro Autista: comparten la inatención, los problemas en las relaciones sociales y un comportamiento difícil de manejar, pero en el caso del Autismo éstos muestran un rechazo y desvinculación total con aquellos que les rodean.
Trastorno del Apego Reactivo: muestran una falta de relaciones duraderas, cosa que no sucede en el caso del TDAH.
 
Una vez conocemos todas estas características clínicas, es importante llevar a cabo una completa evaluación donde se administre una batería de pruebas que permitan evaluar: inteligencia, atención, memoria, lenguaje, criterios diagnósticos, personalidad, sintomatología ansiosa-depresiva.