ACERCAMIENTO PSICOLÓGICO
¿Qué es el déficit atencional?
Los problemas atencionales se muestran en la falta de persistencia, la dificultad para mantener la atención y desorganización que no se deben a un desafío con quien manda hacer la tarea o a falta de comprensión de la misma.
También se manifiesta en los déficits académicos, los problemas relacionados con la escuela y la tendencia negligente hacia los compañeros.
En el día a día lo encontramos en las dificultades para atender selectivamente a estímulos específicos y explorar estímulos complejos de modo planeado y eficiente, además de una elevada distraibilidad por estímulos irrelevantes. Muchos de estos fallos, junto con las insuficiencias en organización y planificación, constituyen un trastorno de la función ejecutiva, que más adelante explicaremos.
Hiperactividad e impulsividad
La hiperactividad se refiere a una actividad motora excesiva (como un niño que corretea) cuando no es apropiado, o a jugueteos o golpes excesivos. En los adultos, la hiperactividad puede manifestarse como una inquietud extrema y un nivel de actividad que cansa a las otras personas.
La impulsividad se refiere a acciones apresuradas que se producen en el momento, sin reflexión, y que crean un gran riesgo de dañar al individuo (p. ej., ir corriendo a la calle sin mirar). La impulsividad puede reflejar un deseo de recompensas inmediatas o la incapacidad de retrasar la gratificación. Los comportamientos impulsivos pueden manifestarse como una tendencia a inmiscuirse socialmente y/o a tomar decisiones importantes sin tener en cuenta las consecuencias a largo plazo.
La impulsividad se manifiesta básicamente a través de dos tipos de situaciones: cuando el niño no suele tener presentes las posibles consecuencias de sus actos, al tiempo que se muestra incapaz de aplazar gratificaciones, o cuando se trata de las dificultades para realizar tareas que impliquen alguna estrategia (resolución de problemas).
Características demográficas
Se manifiesta en el 5% niños, y el 2.5% adultos, siendo más prevalente en el género masculino (predominando la inatención en el género femenino)
Desarrollo, curso y pronóstico
En la etapa preescolar predomina la hiperactividad, siendo en la primaria la inatención y en la adolescencia y adultez la inquietud e impulsividad.
Estos afectados tienen más riesgo de: consumo sustancias, encarcelamiento y sufrir lesiones tanto en la escuela como en el trabajo.
Con el tiempo se ha observado que los síntomas de inatención remiten significativamente menos que los de impulsividad e hiperactividad.
Un factor que influye negativamente en la evolución a largo plazo es que el TDAH vaya asociado en la infancia a trastorno del desarrollo de la coordinación motora (problemas en la gesticulación, en el andar, manifestándose en la escuela con dificultades en la escritura, en hacer las actividades de forma pausada y coordinada…).
Factores de riesgo y pronóstico
Existen tres factores de riesgo importantes, el temperamental (emociones más negativas y una mayor búsqueda de novedades), ambiental (bajo peso al nacer, fumar durante el embarazo, exposición al alcohol…) y genético (la heredabilidad es aproximadamente del 76%).
Diagnóstico diferencial
A continuación se presentan los trastornos que pueden concurrir con el TDAH, pero indicaremos qué características están presentes en el TDAH y NO en el trastorno diferencial.
Trastorno Negativista Desafiante: aversión a la escuela o hacia tareas mentalmente exigentes debido a la dificultad de mantener el esfuerzo mental, al olvido de las instrucciones y a la impulsividad.
Trastorno explosivo intermitente: problemas atencionales y no predomina hostilidad pronunciada hacia otros.
Tourette: movimientos en forma de jugueteos, no con tics.
Trastorno específico del aprendizaje: inatención en diferentes áreas, no sólo en el académico
Trastorno del espectro autista: no presentan una desvinculación social, aislamiento o indiferencia a las señales
Trastornos de ansiedad: inatención por atracción a EE externos, nuevas actividades o distracción pensando actividades agradables (vs preocupación y rumiación).
Trastornos depresivos: baja concentración generalizada, no durante el episodio
Trastorno de la Desregulación Disruptiva del Estado de Ánimo: impulsividad y atención desorganizada son características principales (vs irritabilidad generalizada, intolerancia y frustración).
Trastornos de la Personalidad: difícil diferenciar del TP límite y narcisista, entre otros. Pero estos comparten rasgos de desorganización, intrusividad social, desregulación emocional y desregulación cognitiva.
Trastornos psicóticos: no se diagnostica si los síntomas aparecen en el curso de un trastorno psicótico
Trastornos neurocognitivos: inicio temprano
Comorbilidad
La mitad de los pacientes con TDAH tienen de forma comórbida un Trastorno Negativista Desafiante, mientras que sólo 1 de cada 4 muestran un Trastorno de la Conducta.
Mientras que hay una alta concurrencia con el Trastorno Específico del Aprendizaje, lo hay menos con el Trastorno de Ansiedad.
El trastorno por consumo de sustancia es más frecuente entre adultos que en el resto de la población, pero por suerte sólo se da en una minoría.
ACERCAMIENTO BIOLÓGICO
A pesar de que ningún marcador biológico es diagnóstico para el TDAH se ha observado que, como grupo comparado con otros niños de su edad, los niños con TDAH muestran electroencefalogramas con aumento de las ondas lentas, un volumen cerebral total reducido en las imágenes de resonancia magnética y posiblemente un retraso en la maduración del córtex desde la zona posterior a la anterior, aunque estos hallazgos no son diagnósticos.
En menores con TDAH se ha hallado una reducción de materia gris prefrontal izquierda, así como de materia blanca y gris occipital izquierda, junto con una reducción del cerebelo derecho. La reducción cerebelosa se considera directamente asociada a la fisiopatología del TDAH.
Cuando los pacientes con TDAH realizan tareas que exigen control inhibitorio, se observan diferencias con controles en activación cerebral de caudado, lóbulos frontales y cingulado anterior.
En general los estudios de neuroimagen están de acuerdo en aceptar la disfunción en los sistemas fronto-subcorticales como responsables del TDAH. Las estructuras subcorticales (caudado, putamen y globo pálido) son parte del conjunto de circuitos neuronales subyacente al control motor, funciones ejecutivas, inhibición de la conducta y la modulación de los sistemas de recompensa.
Principales características neuropsicológicas
La memoria de trabajo, tanto verbal como espacial, se ha indicado que se encuentra alterada, siendo más frecuente la alteración en memoria de trabajo espacial que verbal.
Variables de la actividad mental (velocidad de procesamiento y atención). La velocidad de procesamiento se encuentra afectada. En general, los sujetos con TDAH presentan una mayor lentitud de respuestas verbales que motoras, lo que sugiere un déficit en la velocidad de procesamiento para respuestas verbales pero no para motoras. La atención se encuentra alterada en el componente de vigilancia (atención sostenida).
Las alteraciones observadas en el lenguaje se encuentran asociadas con las acciones sociales (pragmática del lenguaje). Los niños con TDAH presentan una capacidad disminuida para utilizar un autolenguaje, aspecto crítico para mediatizar su conducta y aplicarse las reglas establecidas, cambian continuamente el foco de interés de la conversación y sus respuestas no suelen encontrarse relacionadas con las preguntas que se les hacen.
Con relación a sus pensamientos, presentan una cierta dificultad para mantenerlos dentro de un orden lógico.
Suelen comprender sin problemas detalles de hechos acaecidos en una narración (por ejemplo, historia en televisión), pero sin embargo suelen tener dificultades a la hora de comprender y recordar la relación causal entre los eventos.
Físicamente son más activos, pero muestran dificultades para controlar sus respuestas y realizar tareas motoras que exigen componentes motores finos.
Suelen tener dificultades en la resolución de tareas visoespaciales complejas, que implican la integración de múltiples operaciones cognitivas (por ejemplo, planificación, organización, memoria de trabajo y atención sostenida).
Las funciones ejecutivas, especialmente las relacionadas con el control de la impulsividad, planificación y resolución de problemas suelen encontrarse afectadas en mayor o menor grado.
ACERCAMIENTO SOCIAL
Los niños con TDAH generan a su alrededor una gran repercusión social, generalmente negativa, puesto que les cuesta controlar los impulsos, tomar una decisión correcta afectando al resto de amistades, callarse cuando un comentario es inoportuno…
Todas estas situaciones acaban provocando un aislamiento y una estrategia de relaciones sociales en las que van y vienen, cambiando continuamente y sin un grupo de amistades fijas, por lo que les cuesta confiar en la gente o lo hacen demasiado con desconocidos.
Esta falta de habilidades sociales, junto al aislamiento, acaban provocando en ellos un sentimiento de vacío que muchas veces lo compensan con otro tipo de actividades, no siempre adecuadas (apuestas, consumo de estupefacientes, excesivo consumo de alcohol en fiestas…), y es por ello que es muy importante que aprendan habilidades sociales y a autocontrolarse, puesto que en el día a día las relaciones sociales son un componente fundamental para el desarrollo del autoconcepto y la autoestima, y si estas están mermadas, el desarrollo tanto social como el personal se verán afectados.